1º- Dieta baja en histamina

Internet está plagado de listas de alimentos altos y bajos en histamina. Muchas de ellas se contradicen, y uno se vuelve loco intentando saber qué puede o no comer. Yo voy a compartir aquí la lista que me dio mi alergóloga, que coincide bastante con las listas que a mi me parecen más fiables.

Después explicaré qué modificaciones realizo.

Pulsa aquí para descargártelo en pdf: Lista de alimentos

Esta lista es un buen comienzo. Las adaptaciones que yo hice son las siguientes:

• Queso fresco/cuajadas únicamente de leche de oveja o de cabra, nada de vaca.
• Eliminé todos los cereales con gluten: trigo, espelta, kamut, cebada. En mi caso soy alérgica, pero éste es un ítem a considerar ya que es inflamatorio para mucha gente.
• No consumo soja o productos que la contengan, para evitar más alteraciones hormonales.
• Eliminé también en una primera etapa las solanáceas (tomate, pimientos, berenjenas, patatas). Patatas y pimientos a incorporar esporádicamente en etapas de reintroducción.
• El único fruto rojo que consumo de momento, y también muy de vez en cuando, son los arándanos.
• No consumo carne de cerdo. No tomo carnes que hayan sido marinadas/adobadas.
• Tomo pescado blanco sólo cuando sé que es muy fresco. Ocasionalmente también tomo salmón salvaje (ultracongelado).
• No consumo azúcar ni productos que la contengan. Como endulzante, y en muy pequeñas cantidades, sirope de ágave o stevia. Nada de edulcorantes. Yo no puedo tomar miel por alergia a la abejas, pero si pudiera la tomaría.
• No tomo ni café ni té, sólo infusiones de hierbas. Últimamente he introducido media cucharadita de café soluble descafeinado por las mañanas.
• Sí que consumo cebolla. Y ajo. Todo lo que puedo y más.
• No consumo frutos secos, pero sí semillas (pipas de calabaza o girasol, sésamo, cáñamo, piñones, etc).
• Tampoco consumo vinagre, mostaza o vainilla.

Es hora de empezar la dieta

La regla básica está clara: evitar alimentos preparados. Conservas y embutidos están prohibidos. Carnes o pescados que no sean frescos también. Los fermentados lo más lejos posible.

Hay que transformar nuestra alimentación en una alimentación sana e integral. Hacer nuestro pan o galletas. Preparar desde cero las comidas. Cuanto más envasado esté un producto, peor será para nosotros.

Es un cambio muy grande y resulta abrumador para la mayoría. La sensación es de que nunca tienes nada para comer, ya que todo lo tienes que preparar, o comprar fresco. Es difícil, pero hay que entender que esto no es una dieta para perder o ganar peso, esta es una dieta para sanar.

Ayudemos a nuestro cuerpo

Los que sufrimos de reacciones por la histamina sabemos lo mucho que nuestra vida se llega a ver paralizada, hay días en que no puedes ni levantarte de la cama, salir del baño, o moverte. Esta enfermedad requiere que hagas un esfuerzo sobrehumano para poder superarla. La dieta es sólo el primer paso, pero es el más inmediato, ya que en apenas unas semanas –hay gente que en días- de realizarla de manera estricta, nuestros niveles de histamina exógena (proveniente del exterior) se ven reducidos drásticamente, y logramos que nuestros síntomas disminuyan.

Para algunos, con la dieta será suficiente para dejar de tenerlos. Otros sentirán mejoría y alivio, en mayor o menor medida, y los brotes no serán tan agresivos cuando tengan reacciones.

Realizar la dieta baja en histamina es también una manera de saber si tu sintomatología es debida a problemas con esta amina. Si aún no has sido diagnosticado, y mejoras al hacer esta dieta, acude a tu médico e infórmale, porque significa que tu cuerpo no se lleva bien con la histamina.

No es tan fácil como parece –¡si es que a alguien se lo parece!

Que nadie sea tan ingénuo de pensar que simplemente siguiendo esta dieta a rajatabla ya han eliminado toda la histamina de su alimentación. La histamina se produce por la degradación de la histidina, que está presente en muchísimos alimentos. El paso del tiempo, la maduración, la descomposición, etc, aumentan la cantidad de histamina que un alimento posee.

Es por ello por lo que no deberemos comer sobras, ya que una vez cocinados los alimentos incrementan más rápido este proceso.

También hay que prestar especial atención a todas las proteínas: quesos, yema de huevo, carne, pescado. La frescura de estos ingredientes determinará la mayor o menor cantidad de histamina presente. Siempre habrá algo, la cuestión es cuánta, y si nuestro cuerpo será capaz de degradarla.

Recomiendo en la medida de lo posible consumir productos ecológicos. Evitaremos una ingesta innecesaria de pesticidas y hormonas que pueden estar afectando a nuestro sistema.

Es importante mencionar también que muchos alimentos de la lista no contienen histamina per se, sino que provocan al consumirlos que nuestro cuerpo genere más histamina o contienen otras aminas que también requieren de DAO para su degradación, aumentado la cantidad que necesitamos producir para evitar reacciones.

Y para terminar…

Excepto para las personas que resulten tener problemas genéticos con la producción de DAO, mi opinión es que esta dieta NO ES UNA SOLUCIÓN definitiva. Esta dieta es muy restrictiva, y debe realizarse sólo cuando existan problemas con la histamina, y siempre como un primer paso necesario. Se trata de dar un respiro a nuestro cuerpo y lograr reducir la inflamación, para poder averiguar qué es lo que provoca ese malfuncionamiento. Habrá que realizar la dieta hasta que las causas hayan sido solventadas, pero desde luego para mí esto es sólo un proceso necesario que no deseo que se convierta en permanente para nada ni para nadie. El objetivo es sanar y poder ir reintroduciendo alimentos progresivamente.

No me refiero a volver a basar nuestra dieta en productos refinados, prefabricados y llenos de conservantes, sino a poder seguir teniendo una alimentación sana y nutritiva, los más natural posible, pero sin la rigidez extrema a la que nos vemos sometidos los que sufrimos por la histamina.

Y ten siempre presente que, aunque es duro, la recompensa definitivamente vale la pena.